El asma afecta aproximadamente a dos millones y medio de personas en España  

Aunque es una enfermedad crónica que produce un alto absentismo laboral y escolar, es una patología que afecta negativamente la calidad de vida del paciente, y para que ello sea así es fundamental que su detección sea precoz y que el paciente haga un buen seguimiento y adhesión al tratamiento.

Pero la realidad nos muestra que aproximadamente un 50% de los asmáticos no tienen su enfermedad controlada. Una de las causas principales es la falta de adhesión a la medicación.  

En este contexto, con una alta prevalencia del asma, y donde es básica tanto la detección precoz como el conseguir una adhesión a la medicación del asmático, es fundamental el papel de la atención primaria, que se convierte en el ámbito idóneo para su tratamiento. De hecho, la atención primaria atiende un gran número de pacientes asmáticos, y para un mejor control del asma, especialmente del asma grave es básico que los médicos y médicas de atención primaria tengan claros los criterios de derivación, puedan realizar un buen diagnóstico diferencial, y revisen tanto el uso de la técnica inhalatoria del paciente como su adherencia al tratamiento. 

En este sentido, algunos expertos señalan que, si esto se realizara así, aproximadamente un 45% de las sospechas de asma de difícil control, dejarían de serlo.

Existen distintos niveles de afectación del asma, a menudo dependiendo de la edad de inicio de la enfermedad, del tipo de proceso inflamatorio y comorbilidades.  La atención primaria está preparada para hacer un buen diagnóstico y seguimiento para aquellos casos más frecuentes,  casos leves y moderados  y a la vez, para derivar en los casos graves.  Ello, es debido a un mejor conocimiento fisiopatológico de la enfermedad, la introducción de nuevos fármacos y nuevos y diferentes sistemas de inhalación. 

Sin embargo, todavía quedan aspectos vinculados al asma y su tratamiento poco conocidos, por ello la morbilidad y mortalidad por asma siguen sin disminuir, básicamente por ser una enfermedad infradiagnosticada, tratada inadecuadamente y con una deficiente educación sanitaria por parte de los pacientes que la sufren.

Por todo ello, su diagnóstico, su evaluación, su tratamiento y seguimiento son fundamentales, pero también la formación y capacitación en habilidades de los profesionales sanitarios que atiendena a estos pacientes.

Aquí es donde la atención primaria tiene un reto importante, no solo porque debe saber detectar, diagnosticar y evaluar correctamente también porque debe proporcionar el mejor acompañamiento posible a sus pacientes asmáticos, asegurándose del seguimiento y adhesión a su tratamiento.

El contexto actual, con el SARS-CoV-2 nos obliga a estar más preparados, si bien es cierto que se ha visto en diferentes estudios que el paciente asmático no tiene más riesgo de sufrir la COVID19 respecto al resto de la población, pero si la vía respiratoria está inflamada, el virus (tanto el COVID19 como otros virus respiratorios) pueden hacer daño y desencadenar una crisis de asma. Por ello, deberemos recordar a estos pacientes que deben seguir las mismas pautas de prevención que el resto de población (mascarilla, lavar manos y distancia social). Y, sobre todo, insistir en no dejar el tratamiento inhalatorio para que el paciente asmático esté bien controlado.

Por lo tanto, es muy importante insistir desde la atención primaria en la técnica inhalatoria, la adhesión al tratamiento y la importancia del tratamiento antiinflamatorio inhalado.

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